El pasado mes de julio cayó la palmera Pipa al suelo y sufrió una grieta. La familia Berenguer Coves que ha estado cuidando de ella  en este último siglo encontró ayuda de varios colectivos que se ofrecieron a levantarla  con una estructura provisional. Pero a las semanas, no aguantó el peso y volvió a caer. Fue entonces cuando se sumaron más profesionales para construir otro soporte mucho más resistente. Pero ha sido inútil, el pasado jueves la palmera se partió al volver a caer y fue, entonces, cuando se descubrió que estaba afectada por el Picudo. Con su muerte, desaparece uno de los ejemplares más singulares de nuestro palmeral por su forma sinuosa de serpiente que entraba y salía de la parcela a ras de suelo con su último tramo erguido. De ahí que se le haya conocido con esos dos nombres por su forma de Pipa y de culebra. 

Palmeras caídas, maleza, acequias rotas y sequía. Es lo que encontramos al acceder al Huerto del Contador, ubicado en el margen derecho del río Vinalopó, próximo al Acueducto de Riegos de Levante. Este huerto ha sido tradicionalmente regado por la Acequia de Marchena, que actualmente está inhabilitada. La falta de agua,debido a las escasas lluvias y rotura de la acequia, sumado a las altas temperaturas ha provocado la caída de ejemplares y la sequía del huerto.

“La acequia debido a obras ha sido destruida o inhabilitada por lo que todos los huertos que se regaban con ella tienen una dificultad añadida”, ha explicado Susi Gómez, miembro de Volem Palmerar.

Desde la entidad en defensa del Palmeral denuncian la muerte de centenares de palmeras que caen desplomadas por falta de agua. Según Susi Gómez, mayoritariamente caen ejemplares de edad avanzada. “Pasa lo mismo en otros huertos periféricos en Elche, que no se están regando como se debería, y  están cayendo palmeras por centenares después de un verano tan cálido”, ha añadido.  Piden que se haga un plan sobre el riego de palmeras del Patrimonio de la Humanidad para conocer el estado del sistema de riego y solventar la falta de agua.