El pasado 24 y 25 de marzo tuvo lugar en Bruselas el Quatrième Congrès du Réseau européen Vivre la Ville! al cual asistieron diferentes asociaciones de toda Europa y en la que se expusieron los principales problemas antes los que se encuentran las ciudades, resaltándose el ruido como uno de los temas más controvertidos, sobre todo en los países ribereños del Mediterráneo.
Desde la delegación de España se puso el acento a que el ruido se deriva de tres importantes hitos:
- Aumento del número de vehículos a motor.
- El conocido Botellón.
- La aplicación de la Ley 42/2010, de 30 de diciembre, por la que se modifica la Ley 28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco y cuya aplicación supuso la progresiva ocupación del suelo público debido a la proliferación de terrazas.
Las Asociaciones de vecinos y vecinas, en ningún momento, pueden considerarse enemigas de las terrazas. En Valencia, la patronal hostelera está trabajando mano a mano con la Federación de Vecinos de Valencia (http://www.levante-emv.com/valencia/2017/10/05/vecinos-participaran-mesa-municipal-exceso/1624401.html). Lo que reclaman las Asociaciones vecinales es la necesidad de que el ocio y el descanso sean combinados y eso pasa por cumplir los horarios de los bares y terrazas, una regulación de la ocupación del suelo público o establecimiento de medidas correctoras como el corte de tráfico en ZAS (zonas acústicamente saturadas). En todo caso, cualquier medida tiene que ser colectiva, pactada y equilibrada entre todas las partes implicadas: vecinos y vecinas, hosteleros y administraciones públicas.